Los ETFs de Bitcoin son fondos de inversión cotizados que buscan replicar el precio de Bitcoin, permitiendo a los inversores comprar acciones de estos fondos en lugar de comprar directamente Bitcoin. Estos fondos ofrecen una forma más accesible y regulada de invertir en criptomonedas.
Hoy en día existen instrumentos para invertir en bitcoin que cotizan en bolsas de valores, pero son instrumentos que invierten sobre futuros de bitcoin. A diferencia de estos los ETFs que se están considerando actualmente mantendrían posiciones directas en bitcoin, adquiriendo bitcoin en la tesorería del ETF cada vez que aumenta el capital colocado por el fondo.
Varios ETFs de Bitcoin están en proceso de aprobación. Uno destacado es el propuesto por BlackRock, el mayor gestor de activos del mundo con más de $9.4 trillones de dólares bajo administración. Su aprobación sería un hito significativo dada la influencia de BlackRock en los mercados financieros. Además de este existen más de una decena de propuestas adicionales, de entidades financieras tradicionales importantes como Franklin Templeton y Fidelity y de jugadores del esapcio cripto como Bitwise y Grayscale.
Dado que las solicitudes de estos ETFs se hicieron en Estados Unidos, la decisión final de si aprobar o no un ETF pertenece a la Securities and Exchange Commission (SEC). Este regulador ha prolongado las fechas de aprobación de los instrumentos una y otra vez durante años, pero hace algunos meses perdió un caso legal en donde el juez dictaminó que ya no tenían motivos válidos para prolongar dicha decisión. Las fechas finales establecidas por la agencia para su decisión son distintas para cada solicitud, pero un porcentaje importante son en enero (incluida la de Blackrock). En particular, la propuesta de ARK parece tener solidez legal y tiene fecha de decisión final para el 10 de enero, por lo que muchos analistas esperan que para esa fecha se aprueben tanto la solicitud de ARK como la de Blackrock y posiblemente otras.
La aprobación de un ETF de Bitcoin, especialmente uno de una entidad como BlackRock, podría ser un catalizador para una entrada significativa de capital hacia Bitcoin. Se anticipa que esto atraería a inversores institucionales y grandes sumas de dinero, potencialmente aumentando la liquidez y estabilidad de Bitcoin en el mercado y muy probablemente su precio. Además, podría marcar un cambio importante en la percepción de Bitcoin como un activo de inversión legítimo y atractivo a nivel global.
Además de la legitimidad que esto aportaría, la disponibilidad de un ETF de bitcoin permitiría que muchos inversionistas institucionales, que están restringidos en los tipos de activos en los que pueden invertir, puedan tener capital en bitcoin, dado que los ETFs son instrumentos regulados y que cotizan en mercado.